Sensación de frío. Una corriente leve pero fresca entra por la misma ventana de anoche. Esta vez la claridad lo alumbra todo. En un sofá Raquel, tapada y acurrucada mira la TV. En el otro, Lorena descansa con los ojos cerrados. A su lado, el guardia del albergue mira con admiración la pantalla. Juega el Madrid y aquí no pierden detalle a la liga española. El guardia “le da al Real”. Yo, de nuevo con el ordenador sobre las piernas y en un tercer sofá de una plaza, escribo mientras los blancos golean. Ya van 3 a 0.
Esta semana de congresos ha sido de todo menos normal. El miércoles pasado debíamos empezar un congreso de topografía y nos aguardaba una semana más bien aburrida y monótona. Nada que ver con lo ocurrido.
Una vez en la capital siempre hemos tenido a alguien pendiente de nosotros. Acompañados en todo momento, hemos recorrido durante estos días parte de la ciudad. Centros comerciales, calles, mercados, plazas… lo típico en una ciudad nueva. Como ya he dicho Guate city es peligrosa, y por ello tomamos muchas precauciones. Estamos bien cuidados.
Todos esos personajillos van dentro del bus colgados cuando el bus se mueve.
En la semana de congresos, para nuestra suerte y sorpresa, resulta que la USAC organiza fiestas cada noche de la semana para los congresistas y visitantes. Todos los participantes quedan invitados a reunirse por la noche en discotecas. La fiesta aquí es sorprendentemente buena.
Hablemos claro. Lo que hemos vivido esta semana, no es Guate. No es la realidad. Nos hemos relacionado con decanos, profesores universitarios, congresistas, alumnos universitarios... clases sociales no representativas de la vida guatemalteca.
Ha sido una semana muy intensa. No hemos parado ni un solo momento y hemos salido TODOS los días de la semana. (qué remedio! Estábamos invitados xD) Tiene cojones que tenga que venir a Guatemala para hacerlo siendo español jaja (y presumimos de fiesta…)
Hemos hecho buenos amigos. El lunes comenzamos saliendo. No sabíamos que esto funcionaba así. Íbamos en chanclas y chándal (obviamente no estábamos preparados para este ritmo de salir en nuestras maletas) y la gente con corbatas, trajes, vestidos y taconazos. Pero eso aquí no importaba. Somos españoles y la gente nos trata increíble. Las chicas enseguida tienen a una nube hombres invitándolas a bailar.
La fiesta comienza a las 19:00 de la tarde y dura hasta la una aproximadamente. Luego cada cual sigue en casas privadas. Existe ley seca a una determinada hora.
El primer día conocimos a Margarita, Adriana y Toño. 3 estudiantes universitarios, primos los 3, a los que hemos “agarrado” mucho cariño. (si dijera cogido sería otra cosa… xD) A raíz de ellos, al día siguiente apareció Marco. Otro guatemalteco que trabaja para el rector de la universidad en rectorado. Un crack. Digamos que nos ha cuidado, por gusto propio, durante toda la semana. Son todos un encanto, realmente lo son.
Ahí está Marco, todo un artista
Los congresos fueron realmente aburridos y poco interesantes. Fueron las noches las nutritivas. Ver cómo se divierte otra cultura en la noche es siempre interesante.
Las discotecas son grandes. Como cualquiera de las que más suenan en España. La música es igual. Conocen casi más grupos españoles que yo. Os sorprenderíais de la similitud que existe a excepción de alguna típica guatemalteca. Eso sí, aquí la gente baila de verdad. Pareja con pareja. Reconozco que me da envidia el bailoteo (aunque también tienen perreo) que tienen entre ellos. Creo que es algo que hemos perdido en Europa. Los latinos saben hacer convivir los 2 tipos de baile. A veces agarrados y a veces en grupo. Pura cultura.
Sinceramente, te hacen sentir especial sin quererlo. Ya no recuerdo la de halagos y piropos que te dicen en una sola noche.
Tan solo me queda contaros el día de mi cumpleaños. Espero no tardar!
Órale mi cuates!!
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